Willie Crawford, conocido como Willie Buck es un grandullón con aire bonachón. Su timbre de voz y sus composiciones reflejan en su mirada la atmósfera que respiraron los bluesmen oriundos del sur. Nace en una pequeña ciudad de Houston, Mississippi en 1937. Creció escuchando el soul, el góspel y el blues que su padre, ministro de la iglesia, cantaba en casa o en el púlpito y escuchando a los grandes de todos los géneros. Siendo un adolescente va conformando su estilo y participa en el «Circuito de Chittlin» saltando de Mississippi a Georgia, Louisiana, Carolina del Norte y del Sur, Tennessee y Texas. En 1954 se instala definitivamente en Chicago y queda fascinado por el ambiente musical que escucha en los garitos y clubs donde conoció a alguien a quien admiraba desde hace mucho tiempo… el legendario «Hoochie Coochie Man», Muddy Waters. Esa relación fomentó su determinación y lo empujó a la escena musical. Fue el caldo de cultivo perfecto. Desde entonces este músico bebe de los sonidos del sur e improvisa y canta el blues más tradicional junto a músicos ya consolidados.